Este espacio es un lugar de reflexión acerca de la violencia sexista y una propuesta de recuperación de las mujeres víctimas a través del empoderamiento. Sin embargo, el proceso de empoderarse podemos llevarlo a cabo todas las mujeres para continuar nuestro crecimiento en una sociedad en la que aún hay que trabajar por la igualdad (equidad) efectiva de hombres y mujeres.



Compartiré información útil que he ido recopilando y agradezco las aportaciones que desees hacer, ya sea en forma de comentarios, bibliografía o experiencias personales. (e-mail: paris.france1@yahoo.fr )



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Violencia contra las mujeres


La violencia contra las mujeres continúa siendo una epidemia global que mata, lastima y perjudica física, psicológica, sexual y económicamente a millones de mujeres de todas las edades. Para decirlo alto y claro: es una violación de los derechos humanos negarle a las mujeres la igualdad, la seguridad, la dignidad y las libertades fundamentales.



Este tipo de violencia está presente en todo el mundo; no hay un solo lugar que pueda decir que está libre de este grave problema social, más allá de diferencias culturales, religiosas, de educación o de nivel económico. Aún las sociedades más avanzadas que en la letra de la ley garantizan a las mujeres todos los derechos y tienen leyes específicas contra la violencia de género, tienen la asignatura pendiente de hacerlas cumplir en los hechos, en la transgresión cotidiana que se da en muchos hogares, que aún es aceptada mediante el silencio cómplice de muchas personas. Los niveles de tolerancia social son aún demasiado elevados hacia un problema del cual vemos sólo “la punta del iceberg”



Según la Declaración de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Resolución de la Asamblea General, de diciembre de 1993: “La violencia contra las mujeres es la manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre los hombres y las mujeres, que han llevado a la dominación y la discriminación contra las mujeres hecha por los hombres y a la evitación del completo avance de las mujeres…”.



Asimismo, la Organización Mundial de la Salud, que desde hace años viene denunciando la violencia contra la mujer como un problema de salud prioritario, pide en su Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud (2002) “Integrar la prevención de la violencia en las políticas sociales y educativas y promover además la igualdad entre los sexos y la igualdad social” (Recomendación 6)


Ya es hora que tomemos conciencia de que esta no es una cuestión privada que le pasa a otros detrás de las paredes de su casa, es un problema que nos compete a todas y todos como integrantes de esta sociedad, y como testigos que estamos siendo del dolor ajeno. Debemos aunar esfuerzos y hacer oír nuestra voz para seguir trabajando aliviando el sufrimiento de las mujeres víctimas, y también para educar, movilizar conciencias y sensibilizar sobre este tema a todo el que todavía no haya abierto su mente y su corazón.


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* BIENVENIDA * BENVINGUDA * BENVIDA * ONGI ETORRI * WELCOME * BIENVENUE *

FORMAS DEL SEXISMO: HOSTIL, BENÉVOLO Y AMBIVALENTE


Hoy en día, debido a los avances que han ocurrido en las últimas épocas, el sexismo se ha reconvertido hacia nuevas formas más encubiertas y sutiles y pasa más inadvertido, pero la realidad es que se sigue caracterizando por un tratamiento desigual hacia las mujeres. Entre los autores que han estudiado el sexismo se encuentran Glick & Fiske (1997), quienes lo entienden como una construcción social que incluye dos tipos de sexismo: el hostil y el benévolo, y ambos sirven para mantener el patriarcado. Los componentes del sexismo hostil son el paternalismo dominador, la diferenciación de género competitiva y la hostilidad heterosexual. El primero justifica la dominancia masculina, ya que supone que las mujeres son más débiles e inferiores que los hombres; el segundo se refiere a la idea de que las mujeres no poseen las cualidades necesarias para gobernar las instituciones sociales, por lo cual deben quedarse dentro del ámbito de la familia y el hogar. El tercer componente se refiere al supuesto poder sexual por el cual las mujeres son peligrosas y manipulan a los hombres. El sexismo benévolo se refiere a las actitudes supuestamente más positivas de los hombres hacia las mujeres (sólo hacia las que cumplen los roles tradicionales): el paternalismo protector, la idealización de las mujeres y el deseo por relaciones íntimas. Glick & Fiske propusieron la teoría del sexismo ambivalente, con la cual explican la ambivalencia de sentimientos debido a la interdependencia que tienen los hombres y las mujeres. El sexismo hostil sirve para justificar el poder masculino, los roles tradicionales y el trato hacia la mujer como objeto sexual. El sexismo benévolo, por el contrario, justifica de manera más amable la dominación, reconoce la dependencia del hombre con respecto a la mujer y plantea una visión romántica de las relaciones sexuales, idealizando a la mujer como esposa y madre (siempre que cumpla con los estereotipos, siendo criaturas puras, sumisas y condescendientes). El sexismo benévolo se acompaña de sentimientos de protección y el sexista lo siente como positivo (y puede incluso ofenderse si la mujer rechaza su protección), pero no deja de ser sexismo, puesto que considera que las mujeres necesitan de un hombre para que las cuide. El sexismo hostil y el benévolo pueden parecer muy distintos en su contenido, pero tienen supuestos comunes: que las mujeres son el sexo débil (sin poder), que ambos fortalecen los roles tradicionales (la diferenciación de actividades por sexo) y que ambos sirven para justificar y mantener las estructuras patriarcales. Las diferencias de poder entre los sexos como consecuencia del patriarcado son racionalizadas por medio de la ideología del paternalismo. El aspecto hostil es el paternalismo dominador, que supone que las mujeres deben ser controladas por el hombre. El paternalismo benévolo supone que los hombres deben proteger a las mujeres debido a su mayor fuerza, poder o autoridad (sobretodo hacia las mujeres que les "pertenecen": esposa, madre, hijas). Estas nuevas formas de sexismo son llamadas también sexismo moderno y están basadas en: a) la negación de la discriminación b) el antagonismo ante las demandas que hacen las mujeres y c) el resentimiento acerca de las políticas de apoyo que consiguen Es necesario reconocer el efecto negativo de este nuevo sexismo (igual que del viejo) para conseguir la igualdad de los sexos, así como el perjuicio que oculta el sexismo benévolo bajo su aspecto de afecto positivo. El sexismo benevolente puede ser más difícil de combatir que el hostil porque pasa inadvertido.

La verdadera libertad para hombres y mujeres está en la superación de los estereotipos, en la posibilidad de que todos los seres humanos puedan hacer suyos los valores que deseen sin encasillamientos rígidos y absurdos.
Pintura: Código de Caballería
Fuente: www.iconocast.org

MEJOR UN HOMBRE CUIDADOR QUE UN HOMBRE "DE CUIDADO"

MUJERES HUMANAS, MUJERES DIVINAS

NO TOMES LO HABITUAL COMO NATURAL, PIDE AYUDA

EN LA VIOLENCIA SEXISTA LOS NIÑOS TAMBIÉN SON VÍCTIMAS

NO A LA VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS Y NIÑAS

REPITO: NO A LA VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS Y NIÑAS

"Contra la Injusticia": NO A LA VIOLENCIA INFANTIL...¡¡¡¡¡: " UN NIÑO LE DIJO A SU MADRE: MAMI HE PINTADO TUS SABANAS BLANCAS CON TU LÁPIZ DE LABIOS.LA MADRE ENFADADA GOLPEO ..."

IGUALDAD PARA LAS INVISIBLES

HAY QUE CAMBIAR ESTO: Campaña POR SER NIÑAS

OPORTUNIDADES PARA LAS NIÑAS!

LAS AMIGAS CURAN

ME DECLARO VIVA


La imagen del Fénix



El Ave Fénix es un ave mitológica que volvía a renacer de sus propias cenizas; ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual. Poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas.

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